Nos estamos quedando. Pasó en el calendario, el Día de la Canción Ancashina, que guarda relación, con el fallecimiento de nuestra Pastora Huarasina, cada 24 de mayo.
En Huaraz, se llevó a cabo un discreto homenaje en el Boulevard que lleva su nombre, construido en la gestión del entonces alcalde Ladislao Clemente Cruz Villachica pero de ahí, nada.
En Lima fue otra cosa, gracias al «Centro Cultural Pastorita Huarasina».
Sorprendentemente, fueron artistas del sur, como Nancy Manchego, quienes nos deleitaron con sus mejores voces, al interpretar los himnos de la Pastorita.
«La municipalidad de Lima, nos da lección cuando de homenajes se trata, son 21 años ininterrumpidos (ni la pandemia detuvo el homenaje, se hizo virtualmente) que no solo se programa homenaje artístico, sino también como preludio un conversatorio con estudiosos que siguen la carrera de la Cantora del Pueblo Pastorita Huaracina, y este año el conversatorio se realizó en el Museo Metropolitano de Lima y el homenaje cultural musical nada más y nada menos que el en Teatro Municipal, cuyas localidades se agotaron a una semana de lo anunciado». Escribió la licenciada en Ciencias de la Comunicación Gladys Olórtegui Mariño, en sus redes sociales.
«Ancash tiene personalidades meritorias, en todos los rubros culturales, y el marco conmemorativo de la canción ancashina, pero no se oye padre. No hay sintonía entre las autoridades y nuestra cultura, el acervo extraordinario que nos hace auténticos ancashinos, pasa como un simple guiño de indiferencia», acotó.
Ojalá que las nuevas autoridades, logren cambiar este olvido.
El Día de la Canción Ancashina, debe ser una verdadera movilización, de artistas profesionales, aficionados, nuevos valores.
Sino, ¿De qué identidad hablamos?…
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