El país vive un momento excepcional. Una medida extrema pero necesaria. Comenzó el primer día del Estado de Emergencia Nacional a raíz del incremento de casos comprobados de coronavirus.
A nadie le conviene esta situación, ni a los servidores del Estado, mucho peor a los trabajadores independientes y empresarios. Las consecuencias económicas comenzarán a sentirse conforme pasen los días y mucho más, luego del levantamiento de esta medida de excepción.
El costo será devastador para todas las economías, desde aquella anciana que vende sus hierbitas del campo en los alrededores del Mercado Central de Huaraz, hasta los grandes emporios o Grupos económicos. Sin embargo, resulta inevitable la medida planteada por el presidente Vizcarra, por cuanto el escenario que vivimos, resulta altamente delicada. Estamos frente a un nuevo virus, del siglo 21 con características patológicas nunca antes registrado.
Primero la salud, las demás actividades no pueden estar delante. Teniendo buena salud, vendrá el trabajo, las oportunidades, el bienestar y la calidad de vida.
En ese entendido, exhortamos a nuestra población, para acatar el Estado de Emergencia Nacional. Quedarse en casa, fortaleciendo la familia, interactuando con los hijos, mejorando nuestros hábitos de higiene, seguramente será la mejor respuesta ante el COVID-19.
Quédate en casa, hazlo por tus hijos y la Patria, juntos derrotaremos esta pandemia mundial.
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