Oleados y sacramentados. Los cinco congresistas por Ancash recibieron sus credenciales del JNE. Ahora sí, formalmente congresistas de la república.
Serán un año y cuatro meses que ejercerán el cargo obtenido en las elecciones del pasado 26 de enero. Sin duda, un tiempo extremadamente efímero, pero no menos importante, por el momento histórico que les tocará desarrollar en la historia del Perú.
En las manos de este nuevo congreso, dependerá los cambios que el Perú exige a gritos. La reforma política y electoral, serán sin duda los principales retos que deberán trabajarlos. Felizmente, las condiciones son favorables para lograrlo. Ahora bien, en el tema regional, también tienen una delicada responsabilidad. Durante la reciente campaña electoral, cada uno de ellos tuvo exquisitas ofertas electorales, hoy, la realidad es muy distinta. Así parecen advertirlo.
Independientemente a ello, se requiere que los cinco representantes por Ancash, se pongan de acuerdo para desarrollar una agenda que los involucre y la región sea quien gane, finalmente.
Allí está el tema vial por ejemplo. La zona de los Conchucos (alto y bajo) exige la realización sin contratiempos, la la carretera longitudinal. En en enero se firmó el contrato para la ejecución de esta vía, que unirá a las provincias de esta importante zona, pero no hay avances. Aquí por ejemplo, se requiere la mirada vigilante fiscalizadora de los congresistas.
La infraestructura hospitalaria y educativa, también es otro tema que corresponde al gobierno regional. Algunas tienen buen avance, como por ejemplo los hospitales que se harán a través de OI (Obras por impuestos), pero se requiere su cumplimiento, por los antecedentes que se tiene (Ejemplo, el hospital de Chiquián y canal Mojón Chiquián, transcurrido seis años, Antamina no entrega la obra)
Asimismo, un rol mucho más fiscalizador de parte de los congresistas, a todos los niveles de gobierno, entidades públicas y las dos universidades públicas que reciben dineros del cánon minero.
Hay mucho por hacer, Ancash es una región inmensamente rica, pero también con demasiados problemas. Una parte de la solución de esos problemas, le corresponde al congreso, como ente vigilante de fiscalización, algo que en los últimos años, los ex congresistas renunciaron a esta función que por ley, les corresponde.
Ojalá que cada uno de ellos cumplan eficientemente su labor, nada más que eso.
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