Una gran noticia. Nuestro campeón mundial de ajedrez Julio Ernesto Granda Zúñiga visitará Huaraz el próximo 24 de agosto para realizar una conferencia magistral, sobre los «Múltiples beneficios del Ajedrez» además realizará exhibición de partidas rápidas.
Este evento de gran trascendencia se realizará en el auditorium de la GUE «Gran Mariscal Toribio de Luzuriaga» a las 9 de la mañana, gracias a las gestiones desarrolladas por la Asociación de Ex Alumnos Luzuriaguinos residente en Lima, la Promoción 1982 y la Sociedad Luzuriaguina.
Rommel Loli presidente de la Asociación de ex Alumnos Luzuriaguinos residentes en Lima, resaltó el evento que permitirá que Huaraz y el Callejón de Huaylas puedan aprovechar esta ilustre visita, con la finalidad de conocer mucho más el fascinante mundo del ajedrez, por la misma versión del laureado ajedrecista peruano.
Entre sus más recientes actividades, resalta la partida que le tocó jugar con una de las figuras mundiales a quien lo derrotó, sucedió el año pasado en España.
El Gran Maestro peruano Julio Granda derrotó a la leyenda del ajedrez y ex campeón mundial Anatoli Kárpov en el VIII Centenario de la Universidad de Salamanca, en España.
SU BIOGRAFÍA
Julio Ernesto Granda Zúñiga es un gran maestro internacional de ajedrez, nacido el 25 de febrero de 1967 en Camaná, Arequipa, Perú. Sus padres son Daniel Granda y Zoila Zúñiga y es el tercero de siete hermanos. Desde 1986 y durante 30 años figura en la clasificación de la Federación Internacional de Ajedrez como el número uno de su país.
El año 1972, Bobby Fischer gana el título mundial de ajedrez al derrotar al campeón soviético Boris Spassky y dicho acontecimiento, entre representantes de las dos superpotencias mundiales en plena guerra fría, tuvo tal repercusión mediática que don Daniel, padre de Julio, retomó la práctica del ajedrez con gran entusiasmo y enseñó los primeros movimientos a sus hijos mayores. Julio quedó excluido por tener sólo cinco años de edad y no saber leer ni escribir; sin embargo, la curiosidad e insistencia del niño hicieron que también aprendiera y así el ajedrez se convirtió en una recurrente actividad familiar que se alternaba con el fútbol y las tareas agrícolas.
Rápidamente la precocidad de Julio se hizo patente al superar a sus hermanos mayores e incluso a su padre que se vio obligado a inscribirlo en torneos locales y regionales y a impartirle sus primeras clases usando variopintos libros y material recopilado hasta de artículos de la prensa escrita. Todo ese conocimiento adquirido más su talento natural le permitieron clasificarse en la final del Campeonato Nacional Absoluto de Perú cuando tenía nueve años.
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