El alcalde David Rosales Tinoco, tiene un difícil reto en el sillón municipal. Los problemas sin solución, heredados de los ex alcaldes, se convierten en una bomba de tiempo, que, si no se enfrentan a tiempo, puede explotar.
En los primeros 100 días, lo vemos imbuido de un huarasinismo ansioso por solucionar los problemas cada vez más complejos que presenta Huaraz como provincia y distrito. Es así que, Junto al gobernador regional y al alcalde de Independencia, vienen articulando acciones conjuntas en temas comunes, como la vía de evitamiento, la planta de tratamiento de residuos sólidos, el caótico problema del tránsito vehicular, en forma compartida y el sistema del Serenazgo sin fronteras, apertura de vías como puente Gamarra y Augusto Be Leguía. Son algunos pasos, pero la población exige más.
En los 100 primeros días, aún no hemos escuchado acciones concretas, con respecto a Centro de Abastos (postergado hace 15 años), Centro Comercial 19 de Marzo (La mayoría morosos y con puestos en otros lugares), terminal terrestre (una necesidad), tratamiento integral del comercio ambulatorio, ordenamiento del comercio ambulatorio y la seguridad ciudadana (locales de diversión nocturna) entre otros.
En adelante, la población desea escuchar de su alcalde, avances en los temas transversales que tiene la provincia.
Es verdad, la gestión apenas comienza, pero es necesario que cada gerencia comience a mostrar los primeros resultados. Otro tema pendiente, es el deporte permanente e integral, entendiéndose que debe comprender a la familia y las instituciones. Viniendo de él, por su formación deportiva, debe hacerse deporte, como “jamás se hizo en Huaraz”.
Además, se encuentra pendiente, el informe global de la transferencia de la gestión anterior, cuyos funcionarios, continúan en la municipalidad, ocupando otros cargos de confianza. El claro ejemplo, es el actual gerente municipal, Fernando Córdova ex secretario del prófugo Rori Mautino y hombre de confianza del ex alcalde Aníbal Romero.
Finalmente, está por demás manifestar, que debe superar los improntus y la gestión de sus emociones (de los cuales pidió disculpas públicas), que dañaron su imagen en la percepción ciudadana.
El ser autoridad, equivale siempre, colocarse en el blanco de las críticas y elogios. Mucho más, el primero de ellos, haga lo que se haga. ¡Asimilarlos, simplemente!.
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